Lo que hay en nuestro mundo interior, se expresa en el mundo exterior.
Es decir, te encuentras en lo externo con lo que generas en el mundo interno, en lo sutil.
Por ej.: si lo que recibes es desamor, es que tu no te amas a ti mism@.
Si recibes rechazo, es que tu rechazas algo de ti.
El otro, en la relación, te muestra como un espejo, qué es lo que hay en tu interior.
Desde esta perspectiva, cuando en mi propia vida no estoy logrando lo que deseo, tengo que encontrar qué es que genera ese obstáculo dentro de mi: ¿DESDE DÓNDE genero esto? : ¿desde qué creencia inconsciente?, ¿desde qué programa instalado en mí?.
A través de la OBSERVACIÓN de uno mismo, sin juzgar, solo observando, vamos volviendo consciente lo inconsciente, desde donde creamos en nuestra vida cotidiana.
El 1° paso entonces, es poner ORDEN al caos que suele haber en nuestro interior.
Encontrar uno mismo qué obstaculiza, implica estar despiertos, conectados con el interior, para poder ver, des ocultar, hacer consciente lo inconsciente.
Una vez que he madurado hacia un estado adulto, ayuda la toma de consciencia de quienes somos en verdad:
- Todos somos iguales al tener una mente errada y una mente correcta.
- La mente errada de todos es la misma, y se refiere al sistema de creencias del ego que se cree separado del Creador: sistema de pensamientos de juicios, creerse especial, odio, exclusión. Esta creencia errada en la separación del Creador, es el origen del dolor.
- La mente correcta se refiere a nuestro Ser unido al Creador, cuya esencia es el Amor.
- Todos tenemos el mismo poder para elegir entre ellas. Jesús lo experimentó y por ello él nos enseña el camino de retorno a la verdad y la vida eterna. Observar cómo excluimos a ciertas personas y mirar eso sin juzgarlo; conscientes, para recibir la percepción correcta desde el alma. Así, desde nuestro interior, vamos derribando las barreras que nos alejan del Amor.
- Enfocarse en el «contenido en nuestras mentes», en observar la mente errada del ego y llevar esa información a la Luz de nuestra alma, esa sabia interior que nos habita y tiene acceso al conocimiento divino; para que nos brinde la percepción correcta.
- Elegir que nos guíe nuestra alma que sabe, es elegir en favor de la Verdad.
Cuando he logrado orden en mi mundo interior, he crecido en consciencia y conectado con mi auténtico Ser, es posible preguntarse: ¿Qué puedo brindar a la Vida?, ¿Cómo puedo servir a la Vida?: "Aquí estoy para ser útil, dime Tu Padre, qué quieres que haga hoy".
Tengo que tener claridad de lo que deseo; y lo que deseo tiene que estar en sintonía con el Creador, con la Vida, ser algo bueno para mi y para todos.
Es decir, que aquello a lo que me dirijo no viene del ego, de la mente que se cree particular, especial y separada del Creador y de los otros; sino de la consciencia que desea servir a la Vida, porque ahora entiende que es un Ser unido a todo, a todos, a Dios; y elije ocupar el rol que el Creador le asigna en su plan divino, no en su propio plan personal (ego).
2° Luego es esencial la PALABRA: expresar lo más claramente posible el deseo de cumplir el papel en el plan de Dios, con la consciencia que esto es lo mejor para uno y para todos.
Expreses en palabras tu disponibilidad al Creador, y si aparecen dudas o miedos, los observamos y llevamos esta información en forma de pensamientos, a la Luz de nuestra alma, donde recibimos la percepción correcta.
Observando, atentos, sin juzgar, escuchando lo que expresamos, vamos ampliando nuestra consciencia.
Por ejemplo: expresar "Gracias Jesús, por sanar mi mente" es muy diferente a "Querer curarse", porque si digo "quiero curarme" para ello primero, deberé estar enfermo.
El que busca curarse en realidad busca enfermarse, porque para curar, hay que enfermar primero.
O si digo "quiero mejorar mi relación de pareja", si lo que quiero es "mejorarla" para eso primero hay que "empeorarla".
Desde estar atentos, las palabras podrían ser: "Gracias Jesús, por sanar el vínculo con .........".
"Acá estoy, Padre, dime en qué puedo servirte hoy".
Atentos a las palabras que decimos, pues tienen poder de fabricar desde el ego o crear desde el Ser.
Así de profunda debe ser la ESCUCHA de aquello que decimos que queremos lograr.
La Escucha es la clave para conocerse uno mismo y conocer desde dónde estoy eligiendo vivir: desde el ego que se cree separado de Dios o desde el verdadero Ser que somos, uno con el Creador.
En síntesis: todo se inicia y se pone en marcha por la Palabra. La Palabra crea la Realidad, por ello, es imprescindible Escucharse/Escuchar.
".... la palabra es el nacimiento de la realidad material. Aquí está absolutamente claro cómo el mundo material nace de la estructura interna de la palabra". Grigori Grabovoi
Como enseña Grigori Grabovoi, es esencial expresar lo que deseo lograr para mi y para TODOS. G. Grabovoi lo expresa como MACROSALVACIÓN, Salvación Global y Desarrollo Armónico.
3° Alinear lo expresado (que digo en palabras) con lo que deseo profundamente: integrar genera luz, otorga la energía necesaria para plasmarse en la realidad. Esto es coherencia interior: digo y deseo lo mismo.
Un ejemplo sobre este aspecto de coherencia interna, es un caso de una señora que era maltratada por su pareja, y ella decía desde la palabra que quería separarse porque le hacía muy mal a ella y a su familia la violencia familiar que vivían desde hacía tiempo. Pero resulta que al profundizar en el deseo inconsciente, sale a la luz que en lo profundo de su interior no deseaba separarse, porque detrás había miedo de quedarse sola, etc. etc., ya conocemos el cuento del ego cuando estamos atrapados en ese sistema de olvido de nuestro Ser. Por ello, llegar a este paso requiere esa limpieza y orden interior que mencionamos en el 1º paso.
Claro que esto no es lineal, pues vamos y venimos de un paso a otro, dándonos cuenta en el camino de los obstáculos que se nos van presentando; y vamos liberando y clarificando cada vez con mayor profundidad.
En este 3º paso, unir la palabra con el deseo real del corazón, es importante cumplir la PALABRA, pues respetar la palabra expresada es respetarse a si mismo, es generar "crédito", volverse una persona con credibilidad: "Digo y hago lo que digo".
Esta Di-Unidad es Di-Vinidad que se manifiesta, se plasma en lo concreto.
Por el contrario, cuando hay División, digo una cosa y hago otra: Di-Ablo.
La separación surge del sistema del ego que se cree separado del Creador, de la Fuente, Origen de donde todo surge.
Recordemos que es escuchando aquello que decimos como podemos tomar consciencia del Desde Dónde estoy creando, en cada aquí y ahora. Si desde el sistema del ego que se cree separado del Creador, o desde le verdadero Ser uno con Dios.
Labor Personal
-Con el orden interior, podemos descubrir cómo poner en práctica nuestros dones y talentos al servicio de la Vida.
-Manifestar con el poder de la palabra nuestra intención de servir al Creador en su plan que contempla a todos, pues para Él todos somos Uno.
-Alinear lo expresado (lo que digo en palabras) con lo que deseo profundamente: pues así fluye la energía energía para co crear.
-Actuar en la vida cotidiana, despiertos para observar conscientes el DESDE DÓNDE se genera lo que experimentamos: desde el ego o desde el Ser unido a Dios y a todos.
-Confiar que la Vida apoya lo que va de acuerdo con ella. Y recordemos que estos pasos no son lineales, podemos ir y venir a modo de espiral, avanzando en consciencia con cada aprendizaje.
En síntesis, Recordar nuestra verdadera Identidad, co creadores, como nos enseña Grigori Grabovoi:
"Hombre:
Tu eres el mundo
Tu eres la eternidad
Tu tienes una fuerza inmensa
Tus posibilidades son ilimitadas
Tu eres la encarnación del Creador
Su Voluntad mora en ti
Y a través de Su Voluntad cambiarás el mundo
Su Amor está en ti
Ama todo lo que vive
Como Él que te creó
No amargues tu corazón
Piensa el bien
Haz el bien
Y lo bueno volverá a ti por mucho tiempo
El amor te dará inmortalidad
Fe, Esperanza, Sabiduría
La fe y el amor revivirán tus fuerzas invisibles
Y lograrás lo que sueñas
Inmortalidad: este es el rostro de la Vida
Así como la vida es el rostro de la eternidad.
Crea para vivir la eternidad
Y vive para crear la eternidad". Grigori P. Grabovoi
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